Adeje significa “macizo montañoso”. Siempre fue el lugar donde se ubicaba el rey o mencey que estuviese al mando de la isla de Tenerife.
La Villa de Adeje, núcleo poblacional del municipio del mismo nombre, conserva un casco histórico donde perviven las huellas de su prolongada historia. Situada en las zonas altas del municipio, la villa fue, antes de la conquista, lugar de residencia del La Villa de Adeje, núcleo poblacional del municipio del mismo nombre, conserva un casco histórico donde perviven las huellas de su prolongada historia. Situada en las zonas altas del municipio, la villa fue, antes de la conquista, lugar de residencia del mencey Axerax o Gran Tinerfe, el último de los grandes reyes guanches de Tenerife. Después de la conquista hispana, la villa recibió la influencia colonial que quedó plasmada en casonas señoriales y templos católicos.
Entre los edificios religiosos destacan la iglesia de Santa Úrsula y la del Convento de Nuestra Señora de Guadalupe y San Pablo, donde hoy se encuentra un interesante museo de arte sacro, con piezas de los siglos XIV hasta el XIX. En la construcción civil sobresale la Casa Fuerte y, junto a ella, una antigua fortaleza del siglo XVI.
Es un pequeño pueblo cerca de la montaña, donde el auge del turismo a partir de mediados del siglo pasado hizo de su zona costera uno de los lugares de vacaciones más relevantes de toda Europa. El municipio de Adeje alberga la zona turística de Costa Adeje, el Siam Park, un parque acuático de inspiración tailandesa, y numerosas playas, como la del Duque, de arena gris.
Adeje combina su carácter de pequeño enclave rural, plagado de senderos y paisajes naturales fascinantes.
Barranco del Infierno A 350 sobre el nivel del mar y en pleno corazón de la población se encuentra el sendero del Barranco del Infierno, catalogado como Reserva Natural Especial y Sitio de Interés Turístico. Es un sendero de dificultad media-alta, ida y vuelta, de tres horas de duración y seis km de recorrido, en donde el caminante se va encontrando con especies vegetales y animales, concluyendo el trayecto en una cascada de agua que emana durante todo el año. Axerax o Gran Tinerfe, el último de los grandes reyes guanches de Tenerife. Después de la conquista hispana, la villa recibió la influencia colonial que quedó plasmada en casonas señoriales y templos católicos.
Entre los edificios religiosos destacan la iglesia de Santa Úrsula y la del Convento de Nuestra Señora de Guadalupe y San Pablo, donde hoy se encuentra un interesante museo de arte sacro, con piezas de los siglos XIV hasta el XIX. En la construcción civil sobresale la Casa Fuerte y, junto a ella, una antigua fortaleza del siglo XVI.
Es un pequeño pueblo cerca de la montaña, donde el auge del turismo a partir de mediados del siglo pasado hizo de su zona costera uno de los lugares de vacaciones más relevantes de toda Europa. Adeje combina su carácter de pequeño enclave rural, plagado de senderos y paisajes naturales fascinantes.
Barranco del Infierno A 350 sobre el nivel del mar y en pleno corazón de la población se encuentra el sendero del Barranco del Infierno, catalogado como Reserva Natural Especial y Sitio de Interés Turístico. Es un sendero de dificultad media-alta, ida y vuelta, de tres horas de duración y seis km de recorrido, en donde el caminante se va encontrando con especies vegetales y animales, concluyendo el trayecto en una cascada de agua que emana durante todo el año.
El municipio de Adeje alberga la zona turística de Costa Adeje, el Siam Park, un parque acuático de inspiración tailandesa, y numerosas playas, como la del Duque, de arena gris.
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