El Día Mundial de la Paella, que se celebra cada 20 de septiembre, es más que una simple celebración culinaria.
Es un reconocimiento a uno de los tesoros más preciados de Valencia y, por extensión, de toda España. Esta fiesta es un homenaje al sabor, a la tradición y a la capacidad de la paella para unir a las personas en torno a una mesa.
La paella es un emblema valenciano que ha logrado traspasar fronteras, convirtiéndose en un plato reconocido y venerado en todo el mundo. De sus humildes orígenes valencianos, esta delicia culinaria se ha expandido a todos los rincones del planeta, siendo hoy un símbolo inequívoco de la gastronomía española.
El 20 de septiembre no fue escogido al azar para celebrar esta festividad. Esta fecha coincide con la siega del arroz, ingrediente fundamental en la elaboración de la paella. Este detalle pone de manifiesto la profunda conexión que existe entre la paella y la tierra valenciana, fuente inagotable de los productos frescos y de calidad que hacen único a este plato.
Este homenaje anual a la paella es fruto de la iniciativa del Ayuntamiento de Valencia, junto a otras entidades locales valencianas, que decidieron rendir tributo a uno de los platos más emblemáticos de la gastronomía local.
La paella es un plato de humilde origen que ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos sin perder su esencia. En sus inicios, era una receta que se cocinaba en las zonas rurales de Valencia con los ingredientes disponibles: arroz, conejo, pollo, judía verde, tomate, aceite de oliva, agua, azafrán y sal.
Con el paso del tiempo y su expansión internacional, la paella ha ido incorporando otros ingredientes, como mariscos o verduras, adaptándose a los gustos y costumbres de cada lugar. Sin embargo, en su tierra natal, la receta original se mantiene casi intacta, conservando el sabor de la tradición.
En definitiva, el Día Mundial de la Paella es un día para celebrar la riqueza culinaria y la diversidad cultural que representa este plato. Así que el próximo 20 de septiembre, no olvides rendir tributo a esta deliciosa tradición, ya sea disfrutando de una paella en buena compañía o, por qué no, atreviéndote a preparar la tuya propia. ¡Viva la paella!