En el apacible pueblo de Chirche, se alza una casa familiar que guarda la esencia del tiempo. Nacida en 1900 como una humilde vivienda de campesinos, ha crecido y evolucionado, siempre fiel a sus raíces, con techos de madera y tejas que susurran historias de generaciones. Al cruzar su entrada principal, se abre un cálido salón-comedor que invita a la vida en familia, acompañado de un salón más íntimo, donde una ventana típica canaria deja ver el alma del pueblo. Las vistas son un cuadro natural, siempre cambiantes pero eternas.
Cinco dormitorios acogen el descanso, cada uno con su propio rincón de serenidad, mientras en la azotea, uno más se asoma al cielo junto a un cuarto de herramientas tradicionales, testigo silencioso del trabajo cotidiano.
Dos cocinas – una interior para el día a día, otra exterior, perfecta para las celebraciones y reuniones familiares – conectan con un garaje privado que se abre a un patio lleno de plantas, donde el tiempo parece detenerse. Una escalera conduce a su gran azotea, donde el horizonte se expande hacia el océano, con la isla de La Gomera al fondo. Al frente de la casa, tenemos un pequeño jardín con un viñedo que se despliega bajo un parral decorando el entorno tan especial.
Los metros indicados incluyen todos los elementos de la vivienda. Información adicional: coste de IBI: 96 € (anual). Año de construcción: 1900. Está permitido el alquiler vacacional.